Este miércoles 11 de julio la Cooperativa Eléctrica Benéfica Albaterense quiso hacer un pequeño homenaje a uno de sus trabajadores, el ingeniero técnico industrial Francisco Gonzálvez, con la entrega de una placa conmemorativa en agradecimiento al trabajo que ha prestado durante los últimos años, ya que actualmente se desvincula de la entidad aunque seguirá colaborando de manera puntual.
Gonzálvez comenzó a trabajar en la empresa en el año 2013 tras la entrada del anterior Consejo Rector. Su contratación estuvo motivada tras las nuevas exigencias del Ministerio de Energía de las que él era conocedor tras haber vivido desde dentro la transformación del negocio energético, ya que lleva muchos años trabajando con la Cooperativa de Biar.
Gracias al trabajo que ha desempeñado Francisco durante estos años junto a Lucía Berná, más el sistema de georreferenciación que permite tener un control exacto de todas las líneas y transformadores, se ha conseguido un hecho destacable en la entidad energética albaterense. Durante el periodo regulatorio 2016-2019 ha aumentado la retribución de la empresa casi un 20%, todo un hito histórico para la entidad, ya que la mayoría de empresas españolas lo encuentran a la baja.
Francisco destacó que su trabajo se basa en el control de los temas normativos, ya que actualmente todo se regula con información que manda directamente el Ministerio. Todas estas operaciones se regulan con un procedimiento de trabajo que es el que actualmente se está desarrollando en la Cooperativa albaterense y que seguirá desempeñando Lucía Berná, a quien ha ido transmitiendo todos los conocimientos necesarios para que se pueda hacer el envío semanal de toda la información que solicita el ministerio y la CNMC.