Las bombillas halógenas tienen los días contados, y es que a partir del 1 de septiembre estará prohibida su fabricación y comercialización. Si en el año 2016 la Unión Europea ya limitó su uso al ámbito doméstico, ahora ha pasado a la prohibición total de este elemento.
Estas bombillas deberán sustituirse por las LED, que son más eficientes energéticamente, además de que duran más tiempo. El consumo de las halógenas es aproximadamente 10 veces mayor que el de las LED.
Este cambio se produce para conseguir una iluminación y un uso de la energía más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.