Viernes 23 de octubre a las 20h. en el Centro Municipal 3 de abril de Albatera se llevará a cabo «Coloquio y presentación de la película de la expedición» Expedición Andes 2015. Bolivia Mazizo Condoriri 4×5000
Entrevista publicada en La Verdad
«En el momento que el riesgo no lo controlas, no merece la pena seguir». Estas palabras de Javier Quinto García, montañero de Albatera, reflejan las dudas que a uno le pueden surgir a más de 4.000 metros de altura. Este albaterense, junto a Antonio Escalant, natural de Hondón de las Nieves, recorrió el pasado verano parte de las cimas más bellas del mundo, ubicadas en la cordillera real de los Andes bolivianos. Ambos partieron en una expedición, gracias al patrocinio de la obra social de la Cooperativa Eléctrica de la localidad y el viernes en el salón de actos del Centro 3 de Abril, a las ocho de la tarde, presentarán un documental sobre la expedición con un coloquio posterior.
Los montañeros recorrieron cuatro montañas de más de 4.000 metros de altitud. «Elegimos sitios diferentes y en este caso huimos de las aglomeraciones porque hay montañas más grandes, pero elegimos cimas diferentes, aunque también más difíciles», asegura Quinto. Con esta ya son tres, junto a los Alpes y el Himalaya, las cordilleras visitadas por los alpinistas. «Para esta ocasión tuvieron que hacer una aclimatación muy rápida y fue difícil porque meterte de la nada a más de 3.000 metros lo es, y se cogen catarros», dice el montañero.
El alpinista afirma que antes de la expedición recurrieron a una agencia, algo que es «casi obligatorio», a un guía y un cocinero con el que pasaron varios días. «Fueron muy buenas personas, gente que viven de eso», explica Quinto, que añade que «venían con una empresa que nos había organizado el viaje y la logística, como las bolsas, que las transportamos en burros al campo base».
«En cuanto a turismo se vuelcan contigo pero si te pasa algo estás jodido», dijo el alpinista
Una de las montañas que les gustaría recorrer sería la cordillera del Karakórum en Pakistán
La Cooperativa Albaterense es la que patrocinó este viaje con una ayuda económica que sin ella «sería imposible realizar este tipo de expediciones», explica Quinto. El montañero asegura que en una ruta de estas características «te puedes llegar a gastar cerca de 4.000 euros y es mucho dinero. Una afición muy cara. Si no tienes un pequeños patrocinador es complicado hacerlo».
Otra de las dificultades añadidas en estas expediciones son los rescates, la seguridad de cada país y el apoyo por parte de los gobiernos de destino. «Desde el punto de vista de turismo ellos se vuelcan contigo, pero como tengas un accidente allí estás jodido», asevera el alpinista, que argumenta que en otros lugares como los Alpes sí que va un helicóptero y rescata a los montañeros en dificultades «pero en Bolivia no». De hecho Quinto cuenta que antes de partir para América del Sur tomaron referencias de otros compañeros y ya sabían que «si te pasa algo no hay servicios de rescate». El montañero dijo que para ellos supuso también una aventura, además de un deporte, y que ese factor es «lo que nos hace ir a esos sitios». El alpinista se refiere al ‘sentimiento de la montaña’ como «algo que te hace que cuando estás arriba quieres volver a casa, pero cuando vuelves quiere subir a la montaña».
Después de las tres expediciones realizadas Quinto adelanta que «no podemos gastar ese dinero cada año», pero que tienen en mente recorrer la cordillera del Karakorum en Pakistán. «Normalmente preparamos un proyecto, vemos la altitud, las posibilidades, características del recorrido y nos ilusionamos, aunque después hay que calcular cuánto nos va a costar». De momento Quinto asegura que se tomará un respiro y esperará otra oportunidad para partir de nuevo, aunque adelanta que siempre hay obligaciones y el alpinismo es solo una afición que es parte de su vida.